Cartas de amor – Italia me suena a Cinema Paraíso, me huele a chocolate y me sabe a pizza de prosciutto e funghi. 

Cartas de amor

«Sucede que, de vez en vez, el corazón y el alma deciden salir de viaje con su fiel amigo, el destino. En ese mismo lugar dicen que suelen acudir los sueños».

Autor desconocido

Italia

 Aquí empiezan mis ‘regordimientos’ y el profundo amor por los Gelatos, las Pizzas, el Spaghetti y toda la Magia de la Cocina Italiana. 

Pienso que atravesé el océano para encontrar el amor, y no solo lo digo porque me enamoré y me casé con Paolo, mi maravilloso esposo milanés, sino que también hallé el amor por Italia: su comida, sus paisajes, la gente. 

¡Sí, señores, Italia es mi pasión!

Amor en Italia

Vivo en Milán y es imposible no sorprenderme cada vez que recorro las calles de esta ciudad circular. Veo los tranvías amarillos recorrer las calles de esta urbe, que es una mezcla entre la nueva ciudad y la antigua, ver una pasarela constante, porque como dicen aquí: «¡Mamma mía, cuánta moda hay en sus calles!». 

Cartas de amor Lo mejor de la Lombardía es mi suegra Brunetta. A ella la declaro culpable de mis ‘regordimientos’ y mi profundo amor por la comida italiana. Cada fin de semana nos sorprende con un nuevo plato, un nuevo experimento.

Si pudiera describirla perfectamente diría que es una combinación de científica de la cocina y mujer glamorosa. Es una creativa constante y esto me ha generado un interés incontrolable por aprender a cocinar.

Brunetta

De todo lo que prepara Brunetta

 

Mi plato preferido es su lasaña con ragú. Para mí es una experiencia sensorial impresionante; el olor de la comida mientras se está cocinando, el cual invade toda la casa; el color de las verduras mientras mi suegra las está tallando con tanta delicadeza; el rostro de mi suegro cuando se acerca a la cocina y sabe que algo muy bueno está por servirse en nuestra mesa.

Absolutamente, todo está cuidado: la vajilla que utiliza para servir sus deliciosos platos, las copas, el vino elegido especialmente para nosotros, además porque es sommelier. Entonces ella nos lleva por una cata de vinos cada vez que vamos de visita. También debo mencionar que mi suegro Franco, a quien admiro por su inteligencia y cuidado por su familia, es el que mejor elige los postres, además de los maravillosos vinos rojos que siempre tiene para nosotros cuando los visitamos.

La cocina para los italianos es un arte, es vida. 

Aquí he aprendido que la comida los une como un imán, y es normal para ellos compartir con amigos o familia en los restaurantes, que son muchos por toda la ciudad, y siempre están llenos de gente compartiendo, riendo y disfrutando de un momento muy importante para esta cultura, el cual es la hora de comer.

La comida es arte para la cultura italiana, se mangia bene” no es un cliché. Vivir en Italia te permite disfrutar de esa sensación del buen comer, todo es balanceado, se come mesuradamente de todo un poco, aquí no se priva de nada porque comer no significa engullir: significa disfrutar cada bocado como si fuera el último. La comida es unión.

Italia me enseñó la importancia que tiene la comida; desde la selección de los ingredientes en los puestos del mercado, con el mismo cuidado que la elección de una piedra preciosa, elegir un pomodoro rojo, sabroso y brillante, una albaca que huele a metros y te sonríe antes de que la elijas, o qué decir de la importancia de comer productos de kilómetro cero, hasta el respeto de cada ingrediente que te llevas a la boca. Esto implica que, cuando se cocina, se cuida no solo la preparación, sino también el ingrediente más importante: el amor.

El momento más épico del viaje es cuando la familia o tú mismo os sentáis a disfrutar de esa cocina que habéis planeado, degustado e imaginado y que ahora está en vuestra boca.

Mis ‘regordimientos’ después del aperitivo

 

¿Qué es un aperitivo milanés? El famoso aperitivo milanés es el comienzo del fin de tu dieta, pero yo no lo entendía hasta que le cogí el gustillo al spritz, una bebida que se bebe antes de la cena. Pero ¿cómo se hace un spritz

 

Este es un coctel con Aperol o Campari, proseco, agua frizzante, hielo y un pedacito de limón o naranja. Esto va acompañado con una tabla de jamones, quesos o patatas, y hay lugares donde te ofrecen la llamada apericena, un aperitivo con degustación de pequeños platos al estilo bufé.

Pero si el plan es cenar después de tomar el aperitivo, tomas uno sencillo porque lo que viene es increíble.

Aperitivo Italian

Los italianos, al igual que los españoles, te sirven por platos, a diferencia de Latinoamérica, donde solemos servir platos únicos. Primero se sirve el antipasto, aunque esto es opcional; luego viene un primer plato que es un spaghetti, una menestra o risotto; después viene un segundo plato que sería el de las carnes o peces y el contorno con verduras, ensalada o patatas. Posteriormente, llega la fruta o el postre y finalizas con un café, limoncello o algún amaro para la digestión.

Así que cuando la comida es un arte, es imposible no deleitarse, pues de nada sirve atravesar el océano y no alcanzar lo inalcanzable. 

Brindemos por un nuevo viaje: ¡Chin, Chin!

Burano

 

 

 

Escrito Por : Natalie Rood

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