“la comida es mi ancla”.

Necesito un amuleto para mis viajes, necesito algo que me conecte cuando me siento perdida. Hoy me siento perdida y lo único que me conecta es esta dulce agua panela que me traslada a mi tierra.

– Eureka!! Creo que sé por donde comenzar.

Con el paso del tiempo me he alejado lentamente de mis raíces, de mi cultura y hasta de mi familia, cuando me siento perdida tengo hambre. Si literal siento un hambre intensa y no es metafórico, empiezo a sentir curiosidad por nuevos sabores y colores. Cuando veo un nuevo plato frente a mí lo primero que hago es detectar los ingredientes por medio de mi olfato, luego se conecta mi cerebro, luego empiezan a venir los recuerdos y empiezo a viajar. Cuando doy el primer bocado y siento esa mezcla de sabores nuevos, es como un despertar. La comida me conecta con las culturas, la comida me conecta con su gente, “la comida es mi ancla”.

Quisiera dejar de pensar que todo lo que me rodea es arte, la cocina es la posibilidad de que todos mis sentidos se activen.

Eureka!! Creo que sé por donde comenzar. Hay un proceso de asociación entre los sabores y los recuerdos.

Esto me permite crear un mapa de conexiones de muchas partes del mundo. Si comenzáramos una comida famosa en todo el mundo como la pasta, ¿qué sería lo primero que se les vendría a la mente?

Seguro una bandera Italiana, un delicioso espagueti al ragú con queso parmesano y un chef con un bigote pintoresco subiéndote la pasta en un mantel de cuadros rojos y blancos, seguro acompañada de una deliciosa birra fría.

El Espagueti a la Flor

Pero resulta que la asociación será diferente para cada uno, por ejemplo, cuando como pasta en Italia recuerdo la receta de mi abuela y su pasta dulce que nunca he encontrado en otro lugar del mundo, me detengo a pensar que llevo a mi abuela a crear una receta en que convierte la pasta en un postre. Cuando lo he comentado me abren los ojos y me dicen ¡IMPOSIBLE! Nunca comería una pasta dulce. Resulta que esa asociación me lleva a recrear la receta en casa y conectarme con mi abuela nuevamente y el sentir la canela con la leche hirviendo y ese olor entra a mi cabeza y recuerdo también a Manuelito mi tío quien fue el que hizo que mi abuelita Flor se inspirara en esta receta El Espagueti a la Flor.

El Viaje del Spaghetti

Si profundizáramos un poco más en el viaje del Spaguetti, recorreríamos el mundo con una serie de recetas excepcionales, pero si partimos del origen nos trasladaríamos a China, ya que la forma del espagueti se origina allí, pero el proceso de fabricación lo asume la cocina árabe. Lo que conocemos actualmente realmente le pertenece a Italia. En abrir y cerrar de ojos ya nos fuimos a tres culturas diferentes, y puede que lo anterior sea un mito que leí en un blog y que luego fue desmentido, ya que la interpretación del escrito de Marco Polo no es muy claro; sin embargo, podrías trasladarte a cualquier lugar del mundo comiendo pasta. Si pudiéramos profundizar en el espagueti se nos irían tres libros.
les dejo una recomendación El Spaghetti tour del Monte Rosa, 12 cumbres de 400 metros en cinco días. ¿Te animas?

Volviendo a mi ancla.

“La comida” nos regala, la posibilidad de trasladarnos de un lugar a otro, en segundos y sentir el olor de una ciudad en tu casa. Por ejemplo, puedo decir que México me huele a chile desde que te subes al avión y la Navidad huele a castañas en Europa. Podemos decir que Colombia huele a café, un café suave, delicioso, Colombia sabe a familia.

 

 

Escrito Por : Natalie Rood

Cuentos de viajes